Reiki trabaja con energía pura de alta vibración, energía de Amor capaz de remover energías más densas, es necesario no dejar pasar más de una semana entre sesión y sesión y debido a su potencia no es aconsejable realizar más de una sesión en el mismo día.
La primera sesión trabaja a nivel físico, nos relaja y prepara nuestro cuerpo en su capacidad para repararse y armonizarse, suele favorecer la liberación de molestias y dolores físicos.
La segunda sesión nos libera emocionalmente de las anclas causantes de nuestras molestias físicas, emociones como el miedo, la ira, la rabia,.. que se adentran en nuestro cuerpo y que son las causantes de esas molestias físicas, esta sesión desbloquea los chakras o centros energéticos y los nadis o canales energéticos, en esta sesión se consigue desbloquear el sistema energético y es habitual que venga acompañada de la llamada crisis de sanación.
En la tercera sesión trabaja nuestra parte mental, modifica nuestros pensamientos, modifica nuestra forma de ver las cosas y hace que veamos lo positivo, de cualquier situación, hace que superemos nuestros miedos y carencias mentales, modifica nuestros patrones de acción-reacción.
Y en la cuarta sesión nos hace retomar nuestra parte espiritual, nuestro yo verdadero, o yo superior, ya no te estresas y comienzas a entender y admitir que las cosas que te pasan son buenas para ti, que nada es por casualidad y que todo está en tu plan divino de aprendizaje y desarrollo personal, no tiene que ver con creencias ni religiones, sencillamente tiene que ver con tu propio ser y te libera de las ataduras ancestrales o karma.